Ciudad de Panamá, 11 de noviembre de 2024 – La agregada regional de seguridad interna de EE.UU., Marlen Piñeiro, informó que Panamá podría iniciar en las próximas semanas la deportación aérea de migrantes venezolanos que cruzan la selva del Darién. Esta expansión del acuerdo entre Panamá y Estados Unidos busca devolver a migrantes venezolanos a “terceros países seguros” y fortalecer la respuesta migratoria panameña, que ya ha permitido reducir drásticamente el cruce de colombianos y ecuatorianos.
Desde agosto, Panamá ha repatriado a aproximadamente 800 migrantes en 20 vuelos financiados por EE.UU., con un presupuesto inicial de 6 millones de dólares. Según datos de las autoridades panameñas, los vuelos han tenido un impacto notable: el tránsito de migrantes colombianos y ecuatorianos por el Darién se redujo un 65 % y un 92 %, respectivamente. Sin embargo, hasta la fecha, las deportaciones no incluían a venezolanos, quienes representan el 67 % de los migrantes en tránsito por el Darién este año, debido a la suspensión de relaciones diplomáticas entre Panamá y Venezuela.
Aumento de deportaciones y destinos
Panamá y EE.UU. han expandido el alcance del programa de repatriación, enviando migrantes a países como Colombia, Ecuador, India, Afganistán, Pakistán, Rusia y Turquía. Piñeiro confirmó que se están negociando acuerdos con más países para ampliar las opciones de repatriación.
Denuncias de separaciones familiares
Existen denuncias de migrantes sobre separaciones familiares en centros de recepción como Lajas Blancas, donde en algunos casos los hombres fueron deportados mientras se permitía a sus parejas continuar hacia Norteamérica. Aunque Piñeiro afirmó no tener constancia de estos casos, señaló que toda deportación se realiza bajo la ley panameña y en algunos casos se aplica a individuos con antecedentes criminales. La mayoría, sin embargo, son deportados por haber ingresado irregularmente a Panamá.
Riesgos de la migración irregular y alternativas legales
La funcionaria instó a los migrantes a optar por vías legales de migración, como programas laborales y familiares, recordando los riesgos significativos de la ruta del Darién. Piñeiro, hija de migrantes cubanos, advirtió sobre los efectos psicológicos duraderos, especialmente en niños, y las condiciones extremas a las que se exponen quienes intentan cruzar el Darién.
La medida responde a un esfuerzo conjunto de Panamá y Estados Unidos para reducir la migración irregular y hacer frente a la crisis humanitaria y de seguridad que representa el flujo migratorio por el Darién.